El mundo del espectáculo brasileño se encuentra de luto tras la confirmación del fallecimiento de Preta Gil, cantante, actriz, empresaria e influyente figura en la lucha contra el prejuicio y la discriminación. A los 50 años, Preta Gil perdió la batalla contra el cáncer, una enfermedad que enfrentó con valentía y transparencia, compartiendo su experiencia con el público y convirtiéndose en un símbolo de resiliencia.
Una trayectoria marcada por el talento y el activismo
Hija del legendario Gilberto Gil y Sandra Gadelha, Preta Gil nació en Río de Janeiro en 1974 y desde muy joven demostró su talento artístico. Su carrera abarcó la música, la actuación y la televisión, consolidándose como una de las personalidades más queridas y respetadas de Brasil. Más allá de su éxito profesional, Preta Gil se destacó por su activismo en defensa de los derechos de las mujeres, la comunidad LGBTQIA+ y la lucha contra el racismo y la gordofobia.
Preta Gil fue diagnosticada con adenocarcinoma, un tipo de cáncer en el intestino, en enero de 2023. A pesar de someterse a cirugías, quimioterapia y radioterapia, la enfermedad regresó en agosto de 2024, afectando diferentes partes de su cuerpo. En los últimos meses, la artista se encontraba en Estados Unidos buscando un tratamiento experimental.
Un legado de coraje y visibilidad
La partida de Preta Gil deja un vacío en el corazón de sus familiares, amigos y admiradores. Su legado de coraje, autenticidad y compromiso social perdurará en la memoria colectiva. La forma en que enfrentó su enfermedad, compartiendo sus miedos y esperanzas, inspiró a miles de personas a luchar por sus sueños y a no rendirse ante las adversidades. Su voz, su talento y su activismo seguirán resonando como un faro de esperanza y un llamado a la igualdad y la justicia social.
Preta Gil deja un hijo, Francisco Gil, músico integrante del grupo Gilsons, quien ha recibido el cariño y el apoyo de sus seguidores en este difícil momento.