El tenista italiano Jannik Sinner, número uno del mundo, ha conquistado no solo las canchas, sino también los corazones en Mónaco. Su relación con la modelo danesa Laila Hasanovic parece estar más confirmada que nunca, gracias a los testimonios de una gelatería local y avistamientos constantes en el Principado.
El Secreto Mejor Guardado de Sinner: Amor y Helado
Según reportes del semanario italiano Dipiù, Jannik y Laila son clientes frecuentes de una gelatería llamada "Santo Gelato", ubicada justo debajo de su residencia en el barrio La Condamine de Montecarlo. Nicoletta Stampfl, propietaria del local junto a Roberto Stampfl, reveló detalles sobre las preferencias de Sinner: pistacho y amarena son sus sabores predilectos. Incluso, antes de partir hacia la temporada de cemento americano, se llevó un kilo de su helado favorito junto a Laila.
"Laila me gustó mucho, es tan amable como Jannik", comentó Nicoletta. "Es muy hermosa, sencilla en su forma de ser y de vestir. Hablan en inglés entre ellos..."
De las Canchas al Corazón: La Confirmación de un Romance
Los rumores sobre el romance entre Sinner y Hasanovic comenzaron a circular hace meses, alimentados por fotos en Copenhague y Cerdeña. Una imagen capturada durante el US Open, donde se veía el fondo de pantalla del celular de Sinner con una foto de una mujer muy parecida a Laila, intensificó las especulaciones.
Aunque Sinner ha sido reservado sobre su vida personal, en una conferencia de prensa en Flushing Meadows admitió estar "enamorado". Esta declaración, sumada a los testimonios desde Mónaco, parece confirmar que Jannik Sinner y Laila Hasanovic son la pareja del momento.
Un Refugio en Mónaco
Mónaco se ha convertido en el refugio perfecto para la pareja, un lugar donde pueden disfrutar de cierta privacidad lejos del bullicio de la fama. La gelatería "Santo Gelato", con su ambiente tranquilo y discreto, se ha convertido en un punto de encuentro para Sinner y Hasanovic, donde pueden disfrutar de un delicioso helado y compartir momentos especiales.
Mientras Jannik Sinner sigue cosechando éxitos en el mundo del tenis, su vida personal también parece florecer en Mónaco, rodeado de amor y, por supuesto, ¡mucho helado!