Tras ser detenidos por intentar romper el bloqueo naval israelí a Gaza, seis activistas que viajaban en un barco de ayuda humanitaria fueron deportados de Israel. La información fue confirmada por el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí.
El grupo israelí de derechos humanos Adalah había informado previamente que los activistas estaban siendo trasladados al aeropuerto Ben Gurion luego de permanecer más de 72 horas bajo custodia israelí. Según Adalah, la detención se produjo tras la interceptación de la flotilla Madleen Freedom en aguas internacionales.
Adalah, que brindó asesoramiento legal a los activistas, señaló que otros dos miembros de la tripulación permanecen bajo custodia israelí a la espera de su deportación. Entre los deportados se encuentra Rima Hassan, miembro franco-palestina del Parlamento Europeo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí publicó un mensaje en X (antes Twitter) confirmando la deportación de seis pasajeros del "selfie yacht", incluyendo a Rima Hassan. El mensaje, que incluía fotos de los activistas abordando un avión, tenía un tono irónico.
Hassan publicó en su cuenta de X que había sido liberada y convocó a una reunión en la Place de la République de París. Los otros cinco activistas deportados son Mark van Rennes (Países Bajos), Suayb Ordu (Turquía), Yasemin Acar (Alemania), Thiago Avila (Brasil) y Reva Viard (Francia).
Adalah informó que los dos activistas aún bajo custodia son Pascal Maurieras y el periodista Yanis Mhamdi, ambos ciudadanos franceses, quienes se encontraban recluidos en la prisión de Givon.
La organización de derechos humanos denunció el trato recibido por los activistas durante su detención, alegando maltrato, medidas punitivas y trato agresivo. Según Adalah, dos de los voluntarios fueron mantenidos en régimen de aislamiento.
Además, Adalah denunció el confinamiento en solitario de Thiago Avila y Rima Hassan, describiendo las condiciones de aislamiento como inhumanas y alegando que se trataba de acciones de represalia.
Este incidente resalta las tensiones en torno al bloqueo naval israelí a Gaza y la situación de los activistas que intentan desafiarlo. La respuesta de las autoridades israelíes y las denuncias de maltrato plantean interrogantes sobre el respeto a los derechos humanos en el contexto del conflicto.