Tensión en Corea: ¿EEUU atacaría con armas nucleares si Corea del Norte ataca?

La escalada de tensiones en la península coreana continúa generando preocupación a nivel mundial. Recientes declaraciones del candidato a jefe de espionaje surcoreano, Lee Jong-seok, han encendido las alarmas sobre la posibilidad de un conflicto nuclear.

Durante una audiencia de nominación ante la Asamblea Nacional, Lee Jong-seok afirmó que, en su opinión, Estados Unidos respondería con un ataque nuclear contra Corea del Norte si Pyongyang lanzara un ataque nuclear contra Corea del Sur. Esta declaración surge en un contexto de creciente preocupación por el desarrollo armamentístico norcoreano y su potencial amenaza para la estabilidad regional.

¿Un escenario de disuasión o de escalada?

La pregunta central que se plantea es si la amenaza de una respuesta nuclear estadounidense actuará como un elemento disuasorio efectivo, o si, por el contrario, podría desencadenar una escalada incontrolable. Lee Jong-seok justificó su postura argumentando que un ataque norcoreano activaría los compromisos de defensa mutua entre Corea del Sur y Estados Unidos.

Expertos en seguridad internacional debaten sobre la viabilidad de esta estrategia. Algunos sostienen que la disuasión nuclear es la única manera de evitar una agresión norcoreana, mientras que otros advierten sobre los riesgos de una respuesta desproporcionada que podría tener consecuencias catastróficas.

El contexto regional y la postura del nuevo gobierno surcoreano

La nominación de Lee Jong-seok se produce en un momento de transición política en Corea del Sur, con la asunción del nuevo presidente, Lee Jae Myung. El nuevo mandatario, de orientación liberal, ha expresado su intención de mantener una política exterior equilibrada y fortalecer las capacidades defensivas del país.

Corea del Norte ha estado desarrollando un programa nuclear durante años y se cree que ha acumulado material fisionable para construir armas atómicas, aunque no ha probado ningún misil equipado con dicho arma. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en la península coreana, ante el temor de que la situación pueda desestabilizarse aún más.

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