Boca Juniors, a pesar de la derrota 2-1 ante el Bayern Múnich en el Mundial de Clubes 2025, ha generado un debate sobre si su participación puede considerarse un "milagro". El equipo, dirigido por Miguel Ángel Russo, mostró garra y resistencia, especialmente considerando las circunstancias y la jerarquía del rival.
Un partido disputado con altibajos
El encuentro, disputado en el Hard Rock Stadium de Miami, vio a Boca dar pelea. Sin embargo, los goles de Harry Kane y Michael Olise inclinaron la balanza a favor del equipo alemán. Russo, en declaraciones posteriores al partido, lamentó la derrota pero destacó algunos aspectos positivos del juego.
"Duele perder, es un rival muy difícil. Estuvimos bien en muchas cosas, otras hay que mejorar. Perdimos mucho la pelota, nos metimos mucho atrás, pero también el rival te lleva", analizó Russo, reflejando la complejidad del partido.
¿Un milagro en construcción?
A pesar de la derrota, algunos analistas consideran que la actuación de Boca, especialmente ante un equipo repleto de estrellas, es notable. La resistencia mostrada y la capacidad de competir, incluso con una formación alternativa en algunos momentos, sugieren un espíritu competitivo admirable.
La alineación que terminó el partido, con nombres como Marchesín, Advíncula, y Zeballos, evidencia una apuesta por jugadores que quizás no son considerados titulares indiscutibles. Sin embargo, el equipo logró plantar cara a un gigante europeo.
Merentiel: un golazo con historia
Un momento destacado del partido fue el gol de Miguel Merentiel, que muchos describieron como una obra de arte. Curiosamente, se reveló que Merentiel ya había marcado un gol similar en 2017, cuando jugaba en Uruguay. Este detalle añadió un toque especial a su actuación.
El gol de Merentiel no solo igualó transitoriamente el marcador, sino que también recordó sus inicios en el fútbol uruguayo y su trayectoria hasta llegar a Boca Juniors. Su historia personal y su talento quedaron patentes en un momento crucial del partido.
El futuro de Boca en el Mundial
La clasificación a octavos de final no depende totalmente de Boca. El equipo necesita ganar su próximo partido y esperar que Bayern Múnich venza a Benfica. La incertidumbre es alta, pero la esperanza persiste.
La actitud del equipo, su capacidad de resistencia y el espíritu de lucha mostrado en el campo son elementos que mantienen viva la ilusión de los hinchas y generan un debate sobre si este Mundial de Clubes podría convertirse en un capítulo memorable para Boca Juniors.