Jack Draper sucumbió ante Jiri Lehecka en el torneo de Queen's, perdiendo por 6-4, 4-6 y 7-5 en un partido intenso. La derrota impidió que Draper alcanzara la final más importante de su carrera, donde se enfrentaría a Carlos Alcaraz.
A pesar de la derrota, la participación de Draper en Queen's le asegura un puesto entre los cuatro primeros preclasificados en Wimbledon. Sin embargo, su semana estuvo marcada por la lucha contra su propio juego y una aparente enfermedad. Más tarde se reveló que había sido diagnosticado con amigdalitis.
Draper demostró gran tenacidad durante el torneo, superando dos difíciles partidos a tres sets contra Alexei Popyrin y Brandon Nakashima, posicionándose para competir por su primer título en césped. Sin embargo, la derrota ante Lehecka significó un final decepcionante.
"Estoy obviamente muy destrozado", declaró Draper. "Me di una oportunidad. Podría haber estado ahí mañana. Este es un torneo que he visto desde que era joven y siempre estuve muy motivado para venir aquí. Duele un poco más porque es en casa. No es el grande, pero cada partido que pierdo, me lo tomo muy en serio".
La Frustración de Draper
Cuando las esperanzas de Draper de competir por su primer título en casa se desvanecieron, tras un potente revés ganador de Lehecka que aseguró el quiebre decisivo en el tercer set, sus emociones finalmente explotaron. Draper golpeó su raqueta contra la pantalla LED al costado de la cancha, desactivando temporalmente un pequeño rectángulo de la publicidad digital.
El partido fue una montaña rusa de emociones para Draper, quien luchó contra su enfermedad y la presión de jugar en casa. Aunque no logró alcanzar la final, su desempeño en Queen's demuestra su potencial en la hierba y lo prepara para un Wimbledon prometedor.