La iniciativa 'Stop Killing Games' (Dejen de Matar Juegos), impulsada por Ross Scott, está ganando impulso en Europa y el Reino Unido, buscando proteger los derechos de los jugadores a seguir disfrutando de los juegos que han comprado, incluso después de que el soporte oficial finalice.
¿De qué se trata 'Stop Killing Games'?
Esta campaña, convertida en una Iniciativa Ciudadana Europea, ha superado las 721.000 firmas y busca que los editores de videojuegos de la Unión Europea dejen los juegos en un estado funcional, incluso después de que el soporte y los servidores sean cerrados. La iniciativa se originó como respuesta al cierre de los servicios online del juego 'The Crew' por parte de Ubisoft.
La propuesta busca:
- Requerir que los videojuegos vendidos permanezcan jugables al finalizar el soporte.
- Que no se requieran conexiones al editor después de que termine el soporte.
- No interferir con las prácticas comerciales mientras un juego aún recibe soporte.
La iniciativa NO exige que los editores mantengan los servidores activos indefinidamente, sino que tengan un plan para mantener los juegos funcionales una vez que el soporte oficial finalice.
Avances en el Reino Unido
Una petición similar en el Reino Unido ha superado las 100.000 firmas, lo que la califica para ser considerada para un debate en el parlamento. Si te importa este tema y eres residente del Reino Unido, ¡todavía puedes firmar la petición hasta el 14 de julio y contactar a tu diputado para expresar tu apoyo!
¿Por qué es importante?
Muchos jugadores han experimentado la frustración de que sus juegos favoritos se vuelvan injugables debido al cierre de servidores o la falta de soporte. 'Stop Killing Games' busca evitar que los editores deshabiliten remotamente los videojuegos sin proporcionar medios razonables para que sigan funcionando sin su intervención. Esto es crucial para la preservación de los juegos y para garantizar que los jugadores puedan seguir disfrutando de los productos que han comprado.
La iniciativa busca implementar reglas que impidan a los editores “matar” los juegos, permitiendo a los jugadores seguir disfrutando de los títulos que han pagado.